[Traducción de Zaire Willems revisaday editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. En los títulos de las obras no traducidas al castellano, la traductora indica con la anotación «Nota del Traductor (N. T.)» entre paréntesis que la traducción de los mismos es obra suya. En caso contrario, la traductora se basa en las traducciones ya disponibles que figuran en el registro ISBN. Del mismo modo, en lo referente a las citas literarias, la traductora indica las traducciones disponibles en castellano. Aquellos casos en los que no se hace referencia a ninguna traducción previa, aluden a la labor traductora de Zaire Willems.]
Detalle del monumento a Dean Farrar en el porche de la iglesia de Santa Margarita , Westminster. [Haga clic en la miniatura para ampliar la imagen.]
Frederic William (más conocido por el nombre de Dean) Farrar, es ahora recordado principalmente como el autor de la historia de la escuela moralista, Eric o, poco a poco: Un cuento de la escuela de Roslyn (1858) un año después de la primera aparición de Tom Brown, un héroe más robusto de Hughes). El cuento fue bastante popular en su momento, y es reconocido, finalmente, hoy día como un intento discreto pero, sin embargo, valiente de «guiar y controlar la vida sexual de sus (jóvenes) lectores» (Bratton 158). Pero Farrar, quien nació en la India de padre misionero, hizo su BA en Londres en 1852 y se convirtió en una figura pública importante, merece ser recordado por mucho más que la historia de este niño.
Tras pasar del King's College, Londres, a para convertirse en miembro de la Trinity College (un grabado victoriano), Universidad de Cambridge, Farrar comenzó una carrera como profesor de una escuela pública. Trabajó primero en Marlborough durante un breve periodo de tiempo (uno de los colegios más nuevos de la época, fundado en 1843) y después estuvo más de quince años en Harrow donde ascendió a jefe de sección. Estando en Harrow, no sólo escribió Eric, sino que además escribió dos novelas populares sobre el colegio y la vida en éste, y una serie de influyentes trabajos filológicos. Tal vez lo más importante de todo fue la polémica conferencia que dio en 1867 en la Royal Institution titulada «Defectos de la Educación de la Escuela Púública», donde atacó útilmente la dependencia de estas escuelas en la composición de verso clásico como una herramienta educativa. Farrar mismo fue un vivo botánico quien inspiró a sus alumnos a responder de manera más espontánea al mundo natural y a estudiar una amplia gama de asignaturas — ciencias, literatura inglesa, lenguas, y arte en general. Su oportuno libro, Ensayos sobre una educación liberal, fue publicado el mismo año (1867). En 1871, Farrar volvió a Malrborough como un vigoroso director quien trabajó mucho para sacar lo mejor de cada uno, tanto de los alumnos como del personal.
Esto habría sido suficiente para la mayoría de hombres. Pero Farrar tenía otra carrera por delante. En 1869 fue nombrado capellán honorífico de la Reina Victoria, y se estaba volviendo cada vez más importante en los círculos teológicos. Los frutos de su erudición Bíblica fueron tan populares como sus escritos más tempranos. De hecho, su Vida de Cristo (1874), aun sorprendentemente actual y altamente recomendable, constaba de 30 ediciones y fue ampliamente traducida. Es menos sorprendente entonces, que dejara Marlborough en 1876 para convertirse en canónigo de Westminster y rector de la Iglesia Santa Margaret en la base de la Abadía (los nombramientos suelen ir normalmente juntos). Llegó a ser archidiácono de Westminster en 1883, capellán del portavoz de la Cámara de los Comunes en 1890, y decano de Canterbury en 1895.
Estando en Westminster, Farrar presenció cómo su tercera hija de las 5 que tenía se casaba con uno de sus curas, Henry Hutchinson Montgomery, que fue su alumno en Harrow y que sería en su día obispo de Tasmania — y padre de Viscount Montgomery. Una memoria familiar de Montgomery cuenta la tremenda popularidad de Farrar como predicador: «cuando el canónigo Farrar predicaba en la Abadía los domingos por la tarde, el anuncio de «Abadía completa» enviaba una masiva congregación a la Iglesia de Saint Margaret». La memoria también cuenta un poco sobre la restauración que hizo Farrar de esta iglesia, la última morada de William Caxton y Sir Walter Raleigh, y el lugar donde John Milton practicaba el culto.
Iglesia de Santa Margarita próximo a la Abadía de Westminster con el Big Ben detrás.. Restaurado por Sir George Gilbert Scott.
Placa conmemorativa de la restauración. [Haga clic en las miniaturas para ver las imágenes ampliadas.]
Farrar fue permanente discípulo de Ruskin, y un gran admirador de Holman Hunt, el pintor pre-Rafaelita; profundamente interesado en y conocedor de arquitectura y arte, participó personalmente en el proyecto de restauración, para la cual contrató los servicios de Sir George Gilbert Scott. No es de extrañar que los resultados fueran «milagrosos» (desgraciadamente, ahora ya no se permite fotografiar la Iglesia por dentro). La memoria de Montgomery también registra que este polifacético y energético Victoriano fue «el más afectuoso y generoso de los suegros.»
Referencias
Bratton, J. S. The Impact of Victorian Children's Fiction. London: Croom Helm, 1981.
Farrar, F. W. «The Life of Christ."». Visto el 22 de febrero de 2007.
Hearnshaw, F. J. C. The Centenary History of King's College, London, 1828-1928. London: Harrap, 1929.
Bishop Montgomery: A Memoir. Visto el 15 de febrero de 2007.
Vance, Norman. «Farrar, Frederic William (1831-1903)». Oxford Dictionary of National Biography. Edición on-line visto el 15 de febrero de 2007.
Last modified 28 June 2008; traducido diciembre 2009